La Organización del TAFIC Festival Internacional de Cine de Tapiales, con el auspicio de INCAA, Secretaría de Cultura y Educación de La Matanza, Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, RAFMA y SIGNIS Argentina, anunció la apertura de inscripciones para participar de la vigésima edición con fecha límite hasta el 3 octubre de 2023.
Se premiarán diversos rubros como; Mejor Cortometraje, Mejor Dirección, Mejor Producción, Mejor Guión, Mejor Cortometraje Extranjero y Mejor Cortometraje de La Gente.
Las bases e inscripciones para participar están disponibles en el sitio oficial: www.tafic.com.ar
El Festival Internacional de Cine/Corto de Tapiales se realizará en el mes de diciembre celebrando sus veinte años de vida y cumpliendo un rol fundamental en la región, difundiendo el formato del cortometraje en un ámbito público y popular.
Para conocer más sobre este evento nos comunicamos con Julio Caloggero, director del mismo, para que nos cuente un poco sobre esta aventura cinematográfica que inició en 2003.
1- ¿Cómo nació TAFIC?
JC- Creo que TAFIC es un producto pos crisis de 2001 y de un grupo de veinteañeros tratando de buscar su destino. Jóvenes y amantes del cine de aquel tiempo que tuvimos iniciativa de generar un evento para la difusión del cortometraje, un formato muy menospreciado en aquel entonces. Intentamos sentar como precedente a nuestro querido barrio como un lugar referencial para el cine. Generar un encuentro para la difusión y promoción del cine independiente, así como también para fomentar el intercambio entre realizadores y público.
2- ¿Cómo fue aquella primera edición del TAFIC?
JC- La edición de 2003 fue maratónica y duro solamente un día. Fueron seis horas de corrido dentro de la Sociedad de Fomento de Tapiales, lugar que fuera hace muchisimo tiempo el “Cine de Tapiales”. Con producciones especialmente generadas por escuelas de cine. Un día lluvioso de septiembre en el que además de realizar las primeras funciones se entregaron premios y reconocimientos a los cortometrajes más destacados del Festival. Algo habíamos sembrado.
3- ¿Qué busca premiar TAFIC en sus categorías de competencia?
JC- El Festival busca premiar roles técnicos y artísticos. Pero lo fundamental es la creatividad y la búsqueda de nuevas narrativas. Es indudablemente a la vez un festival de historias y un encuentro popular del cine.
4- ¿Cuántos cortometrajes recibieron para TAFIC 19 y cuántos estiman que recibirán para esta nueva edición?
JC- Apróximadamente novecientos cortometrajes venidos de diferentes partes del mundo. Este año esperamos llegar o superar la media, ya que los realizadores buscan festivales con muchas ediciones al momento de proyectar su pelicula.
5- ¿Les llegó algún corto de algún lugar inesperado?
JC- Sí, en TAFIC siempre nos sorprendemos con las inscripciones que recibimos de lugares muy lejanos e inesperados. Por ejemplo, en ediciones anteriores hemos recibido cortometrajes de países como Irán, Moldavia, Bielorrusia y Chipre, entre otros.

6- ¿Qué evaluación hacés del festival, luego de toda esta trayectoria?
JC- Desde mi perspectiva, TAFIC ha logrado consolidarse como uno de los festivales de cine de cortometrajes más importantes de la región. La calidad de las producciones seleccionadas, el nivel de su programación, la calidez de sus proyecciones lo destacan como un festival que extiende una real conexión entre el publico y el cortometrajismo.
Es una edición en la que se puede hacer un buen balance y el TAFIC tantas formas diversas pero con su personalidad intacta y concreta. Lo que podemos decir es que es una victoria cultural en la region de modo sin precedentes y eso no es solo por sus veinte años sino porque es unico, es nacional, es internacional y ha sido una plataforma para grandes realizadores.
7- ¿Cómo era ‘hacer cine’ en Zona Oeste hace 20 años?
JC- Hacer cine en Zona Oeste hace 20 años era una tarea muy difícil y casi imposible de imaginar para la mayoría de los jóvenes de esta región. Todo sucedía del otro lado de la General Paz y nosotros solo eramos espectadores hasta que con la tecnología y la generación de espacios como TAFIC o mismo el Taller Municipal Matanza Vamos a Filmar y tantos otros espacios privados y del estado entendieron que la cultura es también una necesidad.
Hoy hacer cine no es facil, pero es mucho más sencillo que en 2003.

8- Según tu óptica: ¿Qué cambió para bien y qué para mal, en el cine en Gral. en estas dos décadas?
JC- Desde la visión de un festival de cine vemos muchísimo material año tras año y eso se debe a que mucha gente puede acceder a una cámara, a saber editar y vemos muchas ganas de filmar y eso es algo muy bueno. Lo malo es a veces la falta de maduración de las ideas. Son tiempos muy veloces donde estamos tratando de ir hacia un cambio que esperamos sea evolutivo, por ejemplo las nuevas formas de ver cine en plataformas y el tiempo de atención que tenemos como espectadores. Y en todo este vértigo ¿Dónde va a parar el cine? Creo que es hacernos cargo de eso y tratar de responder esa inquietud que podemos tener como cualquier consumidor de productos culturales.
Efectivamente, el hecho de realizar un festival de cine hace 20 años no es lo mismo que ahora, ya que han ocurrido muchos cambios en el entorno tecnológico, social y cultural en el que se desenvuelve el cine. Por ejemplo, la irrupción de Internet ha democratizado el acceso a la información y a las herramientas para la producción audiovisual, lo que ha permitido que más personas puedan realizar películas de manera independiente y a un costo más accesible. También ha surgido una mayor oferta de festivales de cine en todo el mundo, lo que ha generado una mayor competencia y una mayor visibilidad para los realizadores.
Sin embargo, a pesar de estos cambios, la esencia de un festival de cine sigue siendo la misma: es un espacio de encuentro y difusión de la cultura audiovisual, un lugar donde se pueden mostrar y descubrir nuevos talentos, intercambiar ideas y experiencias, y celebrar la creatividad y la diversidad de visiones. Por eso, a pesar de los desafíos que puedan presentarse, realizar un festival de cine sigue siendo una tarea apasionante y enriquecedora para todos los que participan en él.