
El 23 de agosto de 1962 desaparecía Felipe Vallese, un obrero metalúrgico de 23 años que milita en la Juventud Peronista. Vallese fue secuestrado por policías en la vía pública en el barrio de Flores. Varios testimonios aseguran que lo llevaron a una comisaría de General San Martín, donde lo torturaron. Nunca más apareció con vida. Su desaparición provoca fuertes reclamos. Se señaló al comisario Juan Fiorillo como responsable de la desaparición. El salón de actos de la CGT lleva el nombre de Vallese.